9/6/10

PARTE IV – Construyendo el Torroarände

Torroarände
Torroárandé: significado en Emberá - Casa de Huéspedes


04.06.2010 – La Casa Huésped ya tiene su techo y “las casualidades no existen”. La comunidad sigue trabajando sin parar para terminar su Torroarände. En el día de hoy fui a la comunidad para hacer el seguimiento de este gran proyecto aprovechando a tomar fotos y ver los avances del mismo para nuestro reporte, pero antes paso algo que luego tendría una linda retribución.

Como dice un amigo mío  “las casualidades no existen” algo que puedo garantizarlo en el día de hoy. El día comenzó temprano a la mañana con los preparativos del viaje a la comunidad. Lo primero fue levantarme y poner la pava para tomar unos mates como lo hago todas las mañana para empezar el día. Mientras tomaba mis mates Claudia se preparaba para ir a trabajar y los chicos desayunaban rápidamente para ir a la escuela. Una vez que ellos se fueron cada uno por su lado me puse a preparar mi mochila con la cámara de foto, mis botas, gorros, etc. ya que siempre que me toca salir de “campo” - me llueve como nunca o tengo que subir alguna montaña - así que me prepare para todo terreno. Mientras que buscaba mis cosas vi unas bolsas que Claudia siempre separa para regalar en donde unas de ellas tenían unos zapatos bien bonitos y casi nuevos que eran de mi hijo. Quisiera aclarar que mi hijo está en edad de crecimiento y la ropa le dura poco tiempo ya que le queda chica muy rápidamente. Entonces, la llamo a Claudia al trabajo para asegurarme si el par de zapato era para regalar, lo cual confirmo que sí. Los puse dentro de la mochila junto con la cámara de foto forzando la misma para que entre en la mochila. Así que subí a mi moto (o motoneta como se llamaban antes) con la mochila a cuesta y me fui hacia la oficina.
Continúa…hacer clic abajo en Más Información



Una vez en la oficina salimos con la Ford Explorer del proyecto rumbo a la comunidad de Ella Drua. Llegamos como a la 13:00 horas y empezamos a caminar el sendero después de cruzar el rio asegurándome de que mi compañero no se caiga al agua como le había pasado anteriormente. Después de caminar unos minutos por el sendero vi a la distancia el techo del Torroarände que  sobresalía como una obra de arte en la comunidad. Cuando nos acercamos no podíamos creer lo grande que era yo diría que tiene más de 10 metros de diámetro. Llegamos y comencé a sacar fotos mientras Isabel (coordinadora de turismo de la comunidad) nos comentaba que les había salido más grande de los que pensaban pero igualmente estaban bien contentos. Levantamos nuestro reporte con fotos e información del mismo y nos preparamos para volver.

Techo - vista de adentro
Una vez tomadas todas las fotos y mientras nos despedíamos empecé a tratar de poner mi cámara dentro de la mochila, algo que siempre hago para protegerla de lluvia o humedad. Mientras hablaba con tres miembros de la comunidad hacia fuerza para poner la cámara con su estuche dentro de la bolsa fustrandome en el intento. Después de varios intentos le digo a Isabel “que le pasa a esta mochila que no puedo poner la cámara de foto”. Entonces abri todos los bolsillos de la mochila para ver porque no podía mentarla y en ese momento veo el par de zapatos que había traído pero que me había olvidado que estaban ahi. Le comento a Isabel que eran los zapatos los que no me dejaban poner la cámara y aproveché a decirle que estos eran de mi hijo, pero que tenían poco uso ya que su pie había crecido muy rápido como para haberlos desgastados o arruinados. Isabel la mira a la otra mujer y le dice “estos zapatos van para el niños que no fue hoy a la escuela por no tener zapatos” algo que me puso "piel de gallina" ya que los zapatos por alguna razón me bloqueaban la cámara no dejándola meterse en la mochila para irme. 

La moraleja de esto fue que es la primera vez que veo la bolsa para donar que estaba en casa y cuando la miré vi que adentro habia este lindo par de zapatos. También, fue la primera vez que me entero que un niño no había ido a la escuela por no tener un par de zapatos. Despues de mi experiencia, puedo decir y asegurar que las "casualidades no existen" y que si yo vi esos zapatos o esos zapatos me vieron a mí, fue porque alguien estaba necesitándolos en alguna parte a las afuera de la ciudad.

Mis amiguitos el "mono" y la "princesita"



1 comentario:

Unknown dijo...

ME ENCANTO VER COMO VA CRECIENDO EL TORROARANDE. PERO MAS ME IMPACTO LO QUE SUCEDIO CON LOS ZAPATOS DE MI SOBRINITO ./ QUE ALEGRIA PARA EL NINO QUE NO PUDO IR PORQUE NO TENIA ZAPATITOS A EL COLEGIO, CREO QUE DIOS TE DIO UNA MANO INCREIBLE .. Y ESPERO QUE ESTO SIRVA PARA AQUELLOS QUE LEEN TUS COMENTARIOS Y DONEN PARA AQUELLOS QUE NECESITAN MAS..