Torroarände
Como dice un amigo mío “las casualidades no existen” algo que puedo garantizarlo en el día de hoy. El día comenzó temprano a la mañana con los preparativos del viaje a la comunidad. Lo primero fue levantarme y poner la pava para tomar unos mates como lo hago todas las mañana para empezar el día. Mientras tomaba mis mates Claudia se preparaba para ir a trabajar y los chicos desayunaban rápidamente para ir a la escuela. Una vez que ellos se fueron cada uno por su lado me puse a preparar mi mochila con la cámara de foto, mis botas, gorros, etc. ya que siempre que me toca salir de “campo” - me llueve como nunca o tengo que subir alguna montaña - así que me prepare para todo terreno. Mientras que buscaba mis cosas vi unas bolsas que Claudia siempre separa para regalar en donde unas de ellas tenían unos zapatos bien bonitos y casi nuevos que eran de mi hijo. Quisiera aclarar que mi hijo está en edad de crecimiento y la ropa le dura poco tiempo ya que le queda chica muy rápidamente. Entonces, la llamo a Claudia al trabajo para asegurarme si el par de zapato era para regalar, lo cual confirmo que sí. Los puse dentro de la mochila junto con la cámara de foto forzando la misma para que entre en la mochila. Así que subí a mi moto (o motoneta como se llamaban antes) con la mochila a cuesta y me fui hacia la oficina.
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Una vez en la oficina salimos con la Ford Explorer del proyecto rumbo a la comunidad de Ella Drua. Llegamos como a la 13:00 horas y empezamos a caminar el sendero después de cruzar el rio asegurándome de que mi compañero no se caiga al agua como le había pasado anteriormente. Después de caminar unos minutos por el sendero vi a la distancia el techo del Torroarände que sobresalía como una obra de arte en la comunidad. Cuando nos acercamos no podíamos creer lo grande que era yo diría que tiene más de 10 metros de diámetro. Llegamos y comencé a sacar fotos mientras Isabel (coordinadora de turismo de la comunidad) nos comentaba que les había salido más grande de los que pensaban pero igualmente estaban bien contentos. Levantamos nuestro reporte con fotos e información del mismo y nos preparamos para volver.
Techo - vista de adentro |
La moraleja de esto fue que es la primera vez que veo la bolsa para donar que estaba en casa y cuando la miré vi que adentro habia este lindo par de zapatos. También, fue la primera vez que me entero que un niño no había ido a la escuela por no tener un par de zapatos. Despues de mi experiencia, puedo decir y asegurar que las "casualidades no existen" y que si yo vi esos zapatos o esos zapatos me vieron a mí, fue porque alguien estaba necesitándolos en alguna parte a las afuera de la ciudad.
Mis amiguitos el "mono" y la "princesita" |
1 comentario:
ME ENCANTO VER COMO VA CRECIENDO EL TORROARANDE. PERO MAS ME IMPACTO LO QUE SUCEDIO CON LOS ZAPATOS DE MI SOBRINITO ./ QUE ALEGRIA PARA EL NINO QUE NO PUDO IR PORQUE NO TENIA ZAPATITOS A EL COLEGIO, CREO QUE DIOS TE DIO UNA MANO INCREIBLE .. Y ESPERO QUE ESTO SIRVA PARA AQUELLOS QUE LEEN TUS COMENTARIOS Y DONEN PARA AQUELLOS QUE NECESITAN MAS..
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