Cuando uno llega por primera vez a Estados Unidos y saca la licencia de conducir una de las primeras cosas que uno aprende es respetar los “famosos” school buses de las escuelas. Estos buses son de color amarillo con unas estructuras totalmente duras que nada se parecen a los materiales de los autos o camiones que se hacen hoy en día. La características que los hace sobresalir son el mantenimiento y el impecable color amarillo que los distinguen. Cabe destacar que la mayoría son nuevos o con muy pocos años de uso. Ahora bien, alguna vez me preguntaba que harán con estos buses después de un tiempo ya que siempre se ven en muy buen estado cuando los retiran. Bien, la respuesta la encontré en Panamá.
Cuando uno llega a Panamá se asombra del “arte en movimiento” que encuentra en la calles de la ciudad. Aquellos buses escolares de color amarillo impecable y tan bien cuidados pasan a ser de la noche a la mañana buses con colores y dibujos artísticos que es un placer verlos pasar por las calles (solo ver el arte de los buses no el manejo de los conductores). Por ejemplo, en la parte de atrás cada conductor elige su figura favorita (ver foto - el actor norteamericano Franco Negro en una de sus películas de vaqueros). Otros, pintan sus buses con cantantes, familiares, imágenes de Jesús o el Cristo Negro en donde la gente es muy devota. No importa la figura que pongan todo hace un bonito colorido a la imagen de la ciudad. Estos colectivos no solo son usados para el transporte público también son aprovechados para hacerlos “Chivas Parranderas”.
Las Chivas Parranderas son buses convertidos en discotecas. Estas Chivas son generalmente contratadas para cumpleaños, fiestas, etc. La idea es encontrarse a una hora en una parada de bus ya designada y subir a la Chiva. Este es un colectivo que esta equipado con muchas luces de colores, un equipo de música poderosísimo, y por último una barra de bebidas en la parte de atrás. El conductor maneja bien despacio por la ciudad donde la gente se puede ver bailando desde adentro en esta discoteca ambulante. El alquiler de este bus (Chiva) ronda por los $300 dólares por 2 horas de recorrido. Si hay algo que no me dejan de sorprender es ver las Chivas los viernes y sábados a la noche paseando por la ciudad y dando un toque muy particular e interesante para aquellos que no son de Panamá.
Hay un refrán que dice “basura para uno tesoro para otros” cuanta razón tiene este dicho. Aquellos school buses amarillitos con tanto mantenimiento y cuidado en Estados Unidos pasan hacer un arte público en las calles de Panamá sin dejar a un lado la música rumbera que uno siente cuando va manejando y disfrutando de las noches caribeñas. Es interesante encontrarse con una Chiva Parrandera a la noche ya que esta sobresale con sus rumbas y sus despliegue de luces de colores como si fuera un circo que anuncia su llegada al pueblo. Creo que estos buses en cierto sentido nos muestran las dos culturas, anglosajona y latina, en donde una es organizada y seria, y la otra desorganizada pero divertida. En lo personal se me hace difícil pensar con cual quedarme, por eso prefiero dejarlo a la opinión de cada lector!
1 comentario:
Que interesante !
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