Cuando llegamos al departamento de la persona que vendía el reloj, la mujer nos atiende muy amablemente y nos comenta que estaba cambiando todos los muebles; ya que los hijos le pidieron que compre muebles modernos para remplazar los "viejos". Cuando veía los muebles que tenia esta mujer mientras ella conversaba con Claudia observada que estos eran muebles de buena calidad, por lo que me llevo a pensar que el reloj debería ser bueno, también. Apenas pasamos al comedor lo primero que vi fue el reloj de pie. Mientras la mujer nos contaba que lo había comprado en México en 1986, yo no le sacaba la vista de encima al reloj, ya que veía que era algo hermoso pero le faltaba volverlo a revivir. Continúa…hacer clic abajo en Más Información
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El abuelo (nombre que le puse al reloj) estaba en cierto sentido abandonado, el péndulo de unos 80 cm de alto estaba descolgado del gancho que tiene el mismo y “tirado” adentro de la caja del reloj. Las tres pesas que tiene estaban opacas y sin brillos dejadas ahí a la espera de que alguien la suba para que vuelva andar (el sistema es parecido al de los relojes ku- ku). Los costados tienen unas puertas arriba - las orejas del abuelo - que parecían rotas ya que estaban salidas de su posición normal, sin embargo, más miraba el abuelo más me decía que lo lleve. Por supuesto que nosotros no conocíamos nada sobre este tipo de relojes, pero cuando vi la madera y el tipo diseño sabía que era “el tesoro” que estábamos buscando hace ya varios años (estos relojes nuevos son muy caros y la gente generalmente no los vende porque son los típicos que se pasan de generación en generación). Después de haberlo mirado por un tiempo el abuelo me convenció y negociamos el precio (la mujer lo vendió como si fuera una imitación hecha en China) para llevarlo a casa.
Un nuevo hogar para el “abuelo”. Cuando llegamos a casa lo pusimos en el comedor y enseguida trate de hacerlo andar obteniendo malos resultados. Entonces con Claudia nos fuimos al internet para aprender sobre el mismo. Lo primero que encontramos fue que el reloj era original hecho en una fábrica que se dedica hacer estos relojes con una larga y reconocida trayectoria en el mercado. Todos los componentes del abuelo tienen un significado, algo que aprendimos mientras los tratábamos de hacer funcionar. El poner al abuelo en marcha nos tomó la mitad del sábado y parte del domingo.
La ingeniería que tiene adentro es algo que en estas épocas ya no se ve mucho. Este reloj solo funciona con las tres pesas que tiene y el movimiento del péndulo. Después de haber leído sobre cómo funciona el abuelo me di cuenta que las tres pesas deben ir en cierto orden. La más pesada a la derecha y la más liviana a la izquierda, algo que pare mi todo pesaba igual, pero cada una de ellas tiene una letra abajo de las mismas donde tienen la R, C, y L (en ingles: R-derecha, C-centro, e L-izquierda). Luego de ponerlas en el correcto orden el abuelo seguía sin funcionar entonces veo la maquinaria que tiene adentro y me doy cuenta que el péndulo estaba rosando una de las varillas del sonido por unas centésimas de milímetro. Ajustando ese problema el abuelo revivió y comenzó el “Tic – Tac” que sonaba como una melodía de alegría ya que su “corazón” había revivido. Las investigaciones de este reloj no habían quedado ahí, Claudia, siguió leyendo para ver que significaba cada una de sus elementos.
El abuelo tiene un sistema lunar arriba de las agujas del reloj que se usaba mucho en las épocas de los 1700s para saber sobre los cambios de lunas y así poder sembrar y recoger las cosechas. El sistema lunar tiene 29 ½ en el mes donde cada engranaje del reloj se mueve de acuerdo a estos días cambiando así la luna (luna nueva, creciente, cuarto creciente, luna llena y así igual el descenso haciendo 8 pasos lunares). Pero el abuelo no solo tiene esto solo sino también su melodía que acompaña a unas de las catedrales mas viejas y reconocidas del mundo.
El abuelo tiene tres tipos de melodías; estas están exactamente calibradas con el Big Ben, la Catedral de Saint Michael, y la catedral de Whittington donde uno puede elegir la melodía que quiere escuchar para que suene a cada hora. Otra cosa que aprendimos, fue que cada 15 minutos toca un cuarto de la melodía, cada 30 minutos la mitad, y cada 45 minutos tres cuarto hasta llegar a la hora que toca toda su melodía. Ahora bien, no solo el abuelo toca su melodía sino también que cada una de ellas es una estrofa de la música de su catedral. Por ejemplo, la melodía del Big Ben o de la Catedral del Westminster (Londres) toca lo siguiente:
"Lord through this hour,
Be Thou our guide
So, by Thy power
No foot shall slide."
Be Thou our guide
So, by Thy power
No foot shall slide."
Creo que después de todos estos detalles y “tesoros escondidos” en este maravilloso reloj llegue a una conclusión; que tantas cosas que vemos abandonadas u olvidadas - no importa lo que sea - hay siempre algo importante que las acompaña a través de los años, o alguna historia que muchas veces podemos ignorar. Acaso este reloj pudiera compararse con nuestras vidas en donde muchas personas tienen a sus abuelos en un lugar olvidado y triste sin saber que hay un “tesoro” que solo le falta “pulirse” para que vuelva a vivir. Si nuestro reloj pudo funcionar después de varios años trayéndonos su melodía cotidiana a nuestro hogar, no quisiera pensar lo bonito que sería traerle la alegría aquel abuelo que está olvidado por las ocupaciones y responsabilidades que muchas veces pensamos que son mas importantes en nuestras vidas, o sera algo que la sociedad no quiere ver y prefiere ignorar. He visto muchos abuelos que solo reciben visitas una ves al mes por sus familiares en los hogares de ancianos y otros que han sidos dejados en el olvido. Acaso habrá alguna similitud entre este reloj y algún abuelo. A pesar de que este reloj no habla me ha hecho reflexionar sobre como puede ser la vida aveces y como muchas personas de edad se sienten como un reloj abandonado. Igualmente cuando lo he tenido que calibrar para que funcione, siento sus "campanadas" a cada hora como un gesto de agradecimiento y alegría por volverlo a "revivir" - sera que querrá decirme algo - puede ser, quien sabe, al fin y al cabo después de todo es solo un reloj, no?
7 comentarios:
Hola Fer,
Muy bueno! Me encantó tu relato. Excelente! Me encantaría conocer al abuelo cuando vengan.
Saludos, Nadia
Excelente historia ojala todos pensaramos igual
Hola,
También me hizo reflexionar tu historia. Me gustó y hasta un nudo en la garganta me dejaste. Pensé en mi mamá, pues no nada mas olvidamos a los abuelos sino también a nuestros padres. Sí los visitas, los recuerdas, los amas pero tu vida cotidiana te aleja de ellos, y pensar que nosotros vamos para allá.
Con respecto al reloj te comento que también tengo un reloj así y lo amo, solo que nunca sopesé que se le tiene que dar mantenimiento cada 2 años (limpieza de máquina, etc) y sale muy caro, al menos aqui en México, cuesta -+ $ 5000.00 y subiendo.
Con todo el dolor de mi corazón tal vez lo deba vender pues sale de mi presupuesto, te reitero no pensé o no me informaron que esto sucedería, lastima no sabes cuanto me esta costando tomar esta decisión. Saludos
Claudia - Gracias por tu comentario!
no quieres vender el abuelo 03544470231 argentina gracias.-
Diego, el abuelo no se vende pero gracias por tu interes! Fernando
Hola:
Qué linda la historia del grandfather que llevaste a tu casa!. Yo soy amante de los relojes antiguos y quiero contarte que tengo uno muy parecido al tuyo, con sus tres melodías, sus pesas, su enorme péndulo... la verdad es que aunque suene extraño, para mí estos relojes son seres que tienen vida propia y un corazón que late, además que son la esencia del hogar y nos acompañan en todo momento, marcando las horas de la vida...
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